27-05-2004
Wal-Mart invade Japón sigilosamente
El 31 de marzo de 1854, Japón firmó un tratado comercial con Estados Unidos, una potencia comercial respaldada por los 'barcos negrosW' anclados frente a Shimoda, 65 kilómetros al sur de Numazu.
Casi 150 años después, el 7 de abril, se inauguró aquí la manifestación más reciente del espíritu comercial yanqui: el primer superentro comercial japonés al estilo Wal-mart, un hipermercado de 700 metros cuadrados con amplios pasillos, aparcamiento para 574 coches y planes para abrir las 24 horas del día.
Fuera, grandes carteles de color rojo y negro proclaman que el establecimiento se llama Seiyu, pero dentro los sistemas son en gran medida Wal-Mart, resultado de una inversión de dos años por pate del minorista de Arkansas en Seiyu Ltd., la quinta mayor cadena de supermercados en Japón.
En todo este centro, desde el enorme mostrador de pescado fresco hasta una pared de refrescos baratos, no se ve por ningún lado el nombre de Wal-Mart.
Forma parte de una sigilosa campaña del mayor minorista mundial para hacerse un hueco en el segundo mercado de venta al por menor del mundo.
El nombre de Wal-Mart no basta para ganar clientes en Japón, donde la marca es poco conocida, explica Jeff McAllister, director general de Wal-Mart en Japón.
Más importante, dice, es que los sistemas de Wal-Mart están bajando los precios mediante la informatización del inventario, una estrecha coordinación con los proveedores y la cosntante presion para mantener bajos los costes de arrendamiento y mano de obra.
En esta tienda, sólo 18 de los 172 'asociados' son empleados a tiempo completo, un gran paso hacia el objetivo que Wal-Mart se ha marcado para 2007: introducir en japón su lema ahorrador: 'Todos los días, precios bajos'.
Hace poco, en este puerto de mar situado 115 km al suroeste de Tokyo, las opiniones de los compradores eran variadas.
'La gente dice que sigue el estilo estadounidense, pero es demasiado grande para los japoneses', refunfuña Yuichi Sugiyama, un comprador de 72 años. 'Me gustan las tiendas pequeñas y acogedoras'.
Pero Morihiro Watanabe, de 40 años, que trabaja en la ciudad, afirma que le gustan los precios bajos y la variedad. 'Me gusta que tengan de todo en una planta, y que los carteles resulten fáciles de entender', dice. 'Creo que me convertiré en cliente habitual'.
La empresa ha sido precavida, y estudió el mercado japonés durante cinco años antes de comprar el 6% de Seiyu hace dos.
El pasado agosto, aumetó esa inversión al 38%. En diciembre de 2005, Wal-Mart debe decidir si ejerce una opción para aumentar su participación al 54%, lo que supondría el control mayoritario.
Wal-Mart opera en nueve países extranjeros, incluido Japón, y nunca ha dado marcha atrás desde que inició su expansión internacional, en 1991, hacia México.
Ahora Seiyu, que perdió 43 millones de dólares en el primer trimestre, tendrá que demostrar que puede cumplir los criterios de rentabilidad de Wal-Mart.
Los ejecutivos opinan que la tendencia ha empezado a invertirse.
Las pérdidas del primer trimestre equivalieron a la décima parte de las experimentadas el año pasado.
Este año, Seiyu prevé unos beneficios de 4,5 millones de dólares.
'El sistema de Wal-Mart se ha adaptado bien a algunas tiendas Seiyu', afirma Machiko Amano, analista de créditos de Standard & Poor's en Tokyo. 'Sin embargo, es demasiado pronto para saber si los consumidores japoneses van a aceptar el estilo Wal-Mart'.
Pero a los consumidores japoneses les preocupan cadas vez más los precios, atenazados por la sensación de que sus ingresos están encogiendo.
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Fuente: The New York Times
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Casi 150 años después, el 7 de abril, se inauguró aquí la manifestación más reciente del espíritu comercial yanqui: el primer superentro comercial japonés al estilo Wal-mart, un hipermercado de 700 metros cuadrados con amplios pasillos, aparcamiento para 574 coches y planes para abrir las 24 horas del día.
Fuera, grandes carteles de color rojo y negro proclaman que el establecimiento se llama Seiyu, pero dentro los sistemas son en gran medida Wal-Mart, resultado de una inversión de dos años por pate del minorista de Arkansas en Seiyu Ltd., la quinta mayor cadena de supermercados en Japón.
En todo este centro, desde el enorme mostrador de pescado fresco hasta una pared de refrescos baratos, no se ve por ningún lado el nombre de Wal-Mart.
Forma parte de una sigilosa campaña del mayor minorista mundial para hacerse un hueco en el segundo mercado de venta al por menor del mundo.
El nombre de Wal-Mart no basta para ganar clientes en Japón, donde la marca es poco conocida, explica Jeff McAllister, director general de Wal-Mart en Japón.
Más importante, dice, es que los sistemas de Wal-Mart están bajando los precios mediante la informatización del inventario, una estrecha coordinación con los proveedores y la cosntante presion para mantener bajos los costes de arrendamiento y mano de obra.
En esta tienda, sólo 18 de los 172 'asociados' son empleados a tiempo completo, un gran paso hacia el objetivo que Wal-Mart se ha marcado para 2007: introducir en japón su lema ahorrador: 'Todos los días, precios bajos'.
Hace poco, en este puerto de mar situado 115 km al suroeste de Tokyo, las opiniones de los compradores eran variadas.
'La gente dice que sigue el estilo estadounidense, pero es demasiado grande para los japoneses', refunfuña Yuichi Sugiyama, un comprador de 72 años. 'Me gustan las tiendas pequeñas y acogedoras'.
Pero Morihiro Watanabe, de 40 años, que trabaja en la ciudad, afirma que le gustan los precios bajos y la variedad. 'Me gusta que tengan de todo en una planta, y que los carteles resulten fáciles de entender', dice. 'Creo que me convertiré en cliente habitual'.
La empresa ha sido precavida, y estudió el mercado japonés durante cinco años antes de comprar el 6% de Seiyu hace dos.
El pasado agosto, aumetó esa inversión al 38%. En diciembre de 2005, Wal-Mart debe decidir si ejerce una opción para aumentar su participación al 54%, lo que supondría el control mayoritario.
Wal-Mart opera en nueve países extranjeros, incluido Japón, y nunca ha dado marcha atrás desde que inició su expansión internacional, en 1991, hacia México.
Ahora Seiyu, que perdió 43 millones de dólares en el primer trimestre, tendrá que demostrar que puede cumplir los criterios de rentabilidad de Wal-Mart.
Los ejecutivos opinan que la tendencia ha empezado a invertirse.
Las pérdidas del primer trimestre equivalieron a la décima parte de las experimentadas el año pasado.
Este año, Seiyu prevé unos beneficios de 4,5 millones de dólares.
'El sistema de Wal-Mart se ha adaptado bien a algunas tiendas Seiyu', afirma Machiko Amano, analista de créditos de Standard & Poor's en Tokyo. 'Sin embargo, es demasiado pronto para saber si los consumidores japoneses van a aceptar el estilo Wal-Mart'.
Pero a los consumidores japoneses les preocupan cadas vez más los precios, atenazados por la sensación de que sus ingresos están encogiendo.
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Fuente: The New York Times