Su historia se origina en dos fuentes, la recitación de cuentos (jyoruri) y los títeres (ningyo), que se fusionan para formar un refinado arte escénico.
Se cree que el jyoruri fue iniciado por músicos ciegos que recitaban cuentos históricos al compás del laúd (biwa). Más tarde, a mediados del siglo XVI, ese instrumento fue reemplazado por otro similar al actual instrumento de cuerda denominado shamisen. Este instrumento fue ampliamente aceptado por el público debido a su sonido cargado de gracia y melancolía, y pasó a ocupar un lugar firme dentro del jyoruri.
Por otra parte, la historia de los títeres es muy antigua, remontándose al siglo VIII. Los titiriteros itinerantes, llamados kugutsushi, recorrían el país cantando canciones que acompañaban sus actuaciones. Estos títeres y el arte del recitado, ...