Pocos fenómenos más destacados dentro del panorama del cine comercial de comienzos del siglo XXI que la irrupción en las salas de medio mundo del cine de terror japonés. Un fenómeno que no afecta únicamente a este género, sin duda el más popular, sino que pueden detectarse también en la creciente importancia, prestigio e influencia internacional de la animación nipona o en la recuperación, vía Hollywood y su poderosa maquinaria de adaptación y reciclaje, de la propia iconografía del cine de samuráis, yakuzas o artes marciales, con títulos como El último samurai o Kill Bill.
Este emergente orientalismo cinematográfico de comienzos de siglo responde a cuestiones de índole industrial y cultural. Todo parece apuntar a que en una época de indudable agotamiento de fórmulas (narrativas y estéticas) dentro de la producción cinematográfica ...
Este emergente orientalismo cinematográfico de comienzos de siglo responde a cuestiones de índole industrial y cultural. Todo parece apuntar a que en una época de indudable agotamiento de fórmulas (narrativas y estéticas) dentro de la producción cinematográfica ...