26-04-2004
El fracaso asiático de DaimlerChrysler
La crisis que se desató en el seno de la empresa automovilística tras la fusión ha provocado que el proyecto de expansión en Asia, puesto en marcha hace cuatro años con la compra de un 37% de Mitsubishi y de un 10% de Hyundai, no haya dado sus frutos.
'Es cierto que debemos replantearnos nuestra estrategia en Asia', reconoció el director de finanzas de DaimlerChrysler, Manfred Gentz, tras anunciar el grupo el pasado viernes que dejará de apoyar financieramente a la japonesa Mitsubishi.
El ejecutivo alemán no quiso hablar de fracaso, pero lo cierto es que el fabricante germanoestadounidense está lejos de conquistar el lejano oriente.
La decisión tomada por la dirección de DaimlerChysler supone poner un pie y medio fuera de Mitsubishi. Además, la compañía mantiene tensas relaciones con su otro socio en Asia, Hyundai. Los proyectos entre ambos para entrar en el negocio de camiones están en el aire y se especula con la posibilidad de que DaimlerChrysler venda su participación del 10% en el mayor fabricante coreano de coches.
El presidente de Daimler, Jürgen Schrempp, firmó los acuerdos con Mitsubishi e Hyundai en menos de dos años para convertirse en un fabricante de carácer global. Se trataba, además, de la primera gran operación tras fusionarse en 1998 la alemana Chrysler. Esta unión, valorada en 35.000 millones de dólares, creaba un gigante en Estados Unidos y Europa, pero con nula presencia en Asia.
En marzo del año 2000 DaimlerChrysler compraba el 34% -posteriormente elevaría ese porcentaje al 37% actual- de Mitsubishi por 1.250 millones de dólares. Pocos meses después, la compañía germanoestadounidense adquirió el 10% de Hyundai por 428 millones de dólares.
Daimler, en alianza con Hyundai, también pujo duramente por adquirir la coreana Daewoo, pero finalmente,tras un largo proceso, fue a parar a manos de General Motors.
Adquisiciones
Las operaciones asiáticas de DaimlerChrysler eran también una respuesta a las adquisiciones de Ford en Asia -compró el 33,4% de Mazda-, de Renault, qu se hizo con el control de Nissan, y sobre todo de General Motors, que contaba con participaciones en Subaru, Suzuki e Isuzu.
Daimlerchrysler entró en Mitsubishi para lograr que el 25% de sus ingresos procediesen de Asia, frente al 4% (3.200 millones de euros) que logró en 2000. La empresa japonesa, sin embargo, no ha aportado ni un yen a las arcas del fabricante alemán. Todo lo contrario: Mitsubishi ha perdido más de 430.000 millones de yenes en los tres últimos ejercicios.
¿Por qué no ha logrado DaimlerChrysler conquistar Asia? El fabricante tenía planes para que sus empresas (Chrysler, Mercedes y Mitsubishi) se ayudaran entre sí y compartieran sus estructuras industriales con el objetivo de lograr sinergias.
Todos los planes quedaron en el aire en elmomento en que la fusión de Chrysler y Daimler Benz empezó a dar problemas.
Primero, algunos accionistas americanos comenzaron a criticar a los directivos alemanes por presentarles la fusión como 'entre iguales' cuando, según ellos, se trató de una compra de la estadounidense por la alemana.
Las críticas han acabado en un juez de Alemania que, desde hace algunos meses estudia una demanda del multimillonario Kirk Kerkorian, accionista del grupo.
El empresario quiere que se le indemnice por ocultarle que se trataba de una adquisición.
Las críticas se aceleraron cuando Chrysler entró en una de las crisis más graves de su historia. La compañía no pudo aguantar la fuerte competencia de los japoneses en Estados Unidos y registró unas pérdidas de 2.183 millones de euros en 2001.
Desde entonces, el fabricante ha dedicado todos sus esfuerzos en solucionar la crisis americana.
Además de reducir la plantilla de Chrysler en 26.00 personas, un 20% del total, y cerrar seis de sus 41 factorías, decidió inyectar más de cautro mil millones de euros para renovar sus modelos.
La crisis de Chrysler hizo que el fabricante germanoestadounidense se olvidara de Mitsubishi, una empresa deficitaria que necesitaba una fuerte inyección de capital para renovar una gama de modelos que se ha ido quedando anticuada frente a sus rivales.
Además, la esperada integración industrial se limita a pocos proyectos: el nuevo Mitsubishi Colt onta motores Mercedes, y del Smart Fourfour, el modelo de la marca de coches pequeños del grupo, comparte componentes del fabricante japonés. Las sinergias entre Chrysler y Mercedes también son escasas.
Mientras, la crisis de Mitsubishi se ha ido agravando, en parte, por la caída de sus ventas en Estados Unidos.
El resultado de la estrategia asiática del grupo DaimlerChrysler contrasta con el éxito de Renault en Nissan. La compañía francesa ha dado la vuelta a los resultados del grupo nipón, actualmente uno de los fabricantes de coches más rentables del mundo.
La clave es una estrategia basada en la integración completa de las estructuras industriales de las dos compañías pero manteniendo su independencia comercial.
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Fuente: Expansión
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'Es cierto que debemos replantearnos nuestra estrategia en Asia', reconoció el director de finanzas de DaimlerChrysler, Manfred Gentz, tras anunciar el grupo el pasado viernes que dejará de apoyar financieramente a la japonesa Mitsubishi.
El ejecutivo alemán no quiso hablar de fracaso, pero lo cierto es que el fabricante germanoestadounidense está lejos de conquistar el lejano oriente.
La decisión tomada por la dirección de DaimlerChysler supone poner un pie y medio fuera de Mitsubishi. Además, la compañía mantiene tensas relaciones con su otro socio en Asia, Hyundai. Los proyectos entre ambos para entrar en el negocio de camiones están en el aire y se especula con la posibilidad de que DaimlerChrysler venda su participación del 10% en el mayor fabricante coreano de coches.
El presidente de Daimler, Jürgen Schrempp, firmó los acuerdos con Mitsubishi e Hyundai en menos de dos años para convertirse en un fabricante de carácer global. Se trataba, además, de la primera gran operación tras fusionarse en 1998 la alemana Chrysler. Esta unión, valorada en 35.000 millones de dólares, creaba un gigante en Estados Unidos y Europa, pero con nula presencia en Asia.
En marzo del año 2000 DaimlerChrysler compraba el 34% -posteriormente elevaría ese porcentaje al 37% actual- de Mitsubishi por 1.250 millones de dólares. Pocos meses después, la compañía germanoestadounidense adquirió el 10% de Hyundai por 428 millones de dólares.
Daimler, en alianza con Hyundai, también pujo duramente por adquirir la coreana Daewoo, pero finalmente,tras un largo proceso, fue a parar a manos de General Motors.
Adquisiciones
Las operaciones asiáticas de DaimlerChrysler eran también una respuesta a las adquisiciones de Ford en Asia -compró el 33,4% de Mazda-, de Renault, qu se hizo con el control de Nissan, y sobre todo de General Motors, que contaba con participaciones en Subaru, Suzuki e Isuzu.
Daimlerchrysler entró en Mitsubishi para lograr que el 25% de sus ingresos procediesen de Asia, frente al 4% (3.200 millones de euros) que logró en 2000. La empresa japonesa, sin embargo, no ha aportado ni un yen a las arcas del fabricante alemán. Todo lo contrario: Mitsubishi ha perdido más de 430.000 millones de yenes en los tres últimos ejercicios.
¿Por qué no ha logrado DaimlerChrysler conquistar Asia? El fabricante tenía planes para que sus empresas (Chrysler, Mercedes y Mitsubishi) se ayudaran entre sí y compartieran sus estructuras industriales con el objetivo de lograr sinergias.
Todos los planes quedaron en el aire en elmomento en que la fusión de Chrysler y Daimler Benz empezó a dar problemas.
Primero, algunos accionistas americanos comenzaron a criticar a los directivos alemanes por presentarles la fusión como 'entre iguales' cuando, según ellos, se trató de una compra de la estadounidense por la alemana.
Las críticas han acabado en un juez de Alemania que, desde hace algunos meses estudia una demanda del multimillonario Kirk Kerkorian, accionista del grupo.
El empresario quiere que se le indemnice por ocultarle que se trataba de una adquisición.
Las críticas se aceleraron cuando Chrysler entró en una de las crisis más graves de su historia. La compañía no pudo aguantar la fuerte competencia de los japoneses en Estados Unidos y registró unas pérdidas de 2.183 millones de euros en 2001.
Desde entonces, el fabricante ha dedicado todos sus esfuerzos en solucionar la crisis americana.
Además de reducir la plantilla de Chrysler en 26.00 personas, un 20% del total, y cerrar seis de sus 41 factorías, decidió inyectar más de cautro mil millones de euros para renovar sus modelos.
La crisis de Chrysler hizo que el fabricante germanoestadounidense se olvidara de Mitsubishi, una empresa deficitaria que necesitaba una fuerte inyección de capital para renovar una gama de modelos que se ha ido quedando anticuada frente a sus rivales.
Además, la esperada integración industrial se limita a pocos proyectos: el nuevo Mitsubishi Colt onta motores Mercedes, y del Smart Fourfour, el modelo de la marca de coches pequeños del grupo, comparte componentes del fabricante japonés. Las sinergias entre Chrysler y Mercedes también son escasas.
Mientras, la crisis de Mitsubishi se ha ido agravando, en parte, por la caída de sus ventas en Estados Unidos.
El resultado de la estrategia asiática del grupo DaimlerChrysler contrasta con el éxito de Renault en Nissan. La compañía francesa ha dado la vuelta a los resultados del grupo nipón, actualmente uno de los fabricantes de coches más rentables del mundo.
La clave es una estrategia basada en la integración completa de las estructuras industriales de las dos compañías pero manteniendo su independencia comercial.
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Fuente: Expansión
