29-01-2007
Eterno arte de la seducción Desde limpiar pisos hasta como vestir el kimono, tocar el shamisen, servir el té o hablar entretenidamemnte, el filme recorre las peripecias de un grupo de mujeres que viven en un "hanamachi" del distrito de geishas.
A un campesino que quedó viudo le es arrebatada su hija para que trabaje como sirvienta en la casa de una famosa geisha. Más tarde la adolescente que es entrenada en el arte de la seducción se convertirá en la legendaria Sayuri, que cautiva a los hombes más poderosos de su época. La acción de "Memorias de una geisha" la novela de Arthur Golden -que se estrenará el jueves-, comienza en el año 1929 y se extiende hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.
En síntesis estos son algunos de los temas que se abordaron en la novela de Arthur Golden, en la que está basada esta producción norteamericana dirigida por Rob Marshall, el mismo realizador de "Chicago".
ROMANTICA Y EPICA
La de la geisha es una historia escrita en 1997 que tiene raíces románticas, épicas y dramáticas y permite al espectador acercarse a ese mundo femenino, sumanente secreto, con sus propias leyes, que prepara a una mujer en Japón, para los más refinados trucos para conquuistar al hombre.
La sugestión y el misterio es, según se anticipa, lo que aportan las dos principales protagonistas chinas de este relato: la más joven es Ziyi Zhang, una actriz a la que se vió en "La casa de las dagas voladoras" y en la reciente "2046" de Wong Kar-Wei. Su contrincante en esta travesía por los terrenos del mercado cortesano y la que le pondrá obstáculos en su rápida y ascendente carrera como geisha, es la famosa Gong Li, a la que se vió en filmes como "Adiós mi concubina" y en la mencionada "2046".
TODA UNA FABULA
Contada como una fábula, el filme está ambientado en su mayor parte en un "hanamachi" o distrito en el viven las geishas.
Ni esposa, ni prostituta, una geisha es una artista que se gana la vida entreteniendo a los hombres poderosos. La palabra "gei", significa arte en japonés. Una geisha tiene que saber danzar, cantar, tocar música (más precisamente un instrumento de cuerdas llamado "shamisen" de tres cuerdas) y conocer la ceremonia del té. Tiene que ser graciosa y conversadora. Ríe con bromas y ocurrencias de sus clientes y nunca revela los secretos de su estilo. Ellas son capaces de crear una escena humorística o un drama trágico con un sólo movimiento de manos y de su abanico.
JOVEN DISCIPULA
La protagonista más joven de "Memorias de una geisha", va aprendiendo el misterio de las geishas y también sus celos, rencores y sueños, ante la vista del espectador. Conforme Sayuri (Ziyi Zhang) entra en este mundo oculto, se le enseña que una geisha no tiene libertad de amar o perseguir su propio destino. Su maestra es la legendaria geisha Mameha (Michelle Yeoh), que entiende los límtes de una relación íntima entre el cliente y estas refinadas prostitutas de salón y la que enseña a Sayuri a reprimir siempre sus sentimientos. A diferencia de la desafiante rival de Sayuri, la rencorosa Hatsumomo (Gong Li), Mameha sabe que una buena geisha no puede darse el lujo de caer en las redes de la pasión por ningún hombre y eso es lo que enseña a su discípula.
Sin embargo Sayuri desde su infancia encierra el profundo amor que siente por un hombre que una vez en un parque le compró un helado de agua. A él más tarde Sayuri los terminará sirviendo y se enterará que es un poderoso hombre de negocios que, posiblemente, nunca se rendirá al amor que ella siente por él.
La antropóloga y escritora Liza Dalby, que asesoró a Arthur Golden en su libro, ayudó al equipo de actrices a entrenarse en el difícil arte de las geishas. Ella fue una de las únicas mujeres occidentales, según se dice, que ha vivido y trabajado como geisha en Japón. ""Algunas de las dificultades de una geisha, que es aprender a caminar bien con un kimono puesto, es lo que pude enseñarles a las actrices"", aseguró la experta.
Vestir a una geisha con un kimono formal es una labor intensa. El actor Thomas Ikeda, que representa el papel de vestidor de geishas, el señor Bekku, trabajó con el consultor de kimonos Yuko Tokunaga y una experta modelo para aprender el doblez, la inclinación, el caminar, la forma de beber vino y otros puntos técnicos del ritual.
A un campesino que quedó viudo le es arrebatada su hija para que trabaje como sirvienta en la casa de una famosa geisha. Más tarde la adolescente que es entrenada en el arte de la seducción se convertirá en la legendaria Sayuri, que cautiva a los hombes más poderosos de su época. La acción de "Memorias de una geisha" la novela de Arthur Golden -que se estrenará el jueves-, comienza en el año 1929 y se extiende hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.
En síntesis estos son algunos de los temas que se abordaron en la novela de Arthur Golden, en la que está basada esta producción norteamericana dirigida por Rob Marshall, el mismo realizador de "Chicago".
ROMANTICA Y EPICA
La de la geisha es una historia escrita en 1997 que tiene raíces románticas, épicas y dramáticas y permite al espectador acercarse a ese mundo femenino, sumanente secreto, con sus propias leyes, que prepara a una mujer en Japón, para los más refinados trucos para conquuistar al hombre.
La sugestión y el misterio es, según se anticipa, lo que aportan las dos principales protagonistas chinas de este relato: la más joven es Ziyi Zhang, una actriz a la que se vió en "La casa de las dagas voladoras" y en la reciente "2046" de Wong Kar-Wei. Su contrincante en esta travesía por los terrenos del mercado cortesano y la que le pondrá obstáculos en su rápida y ascendente carrera como geisha, es la famosa Gong Li, a la que se vió en filmes como "Adiós mi concubina" y en la mencionada "2046".
TODA UNA FABULA
Contada como una fábula, el filme está ambientado en su mayor parte en un "hanamachi" o distrito en el viven las geishas.
Ni esposa, ni prostituta, una geisha es una artista que se gana la vida entreteniendo a los hombres poderosos. La palabra "gei", significa arte en japonés. Una geisha tiene que saber danzar, cantar, tocar música (más precisamente un instrumento de cuerdas llamado "shamisen" de tres cuerdas) y conocer la ceremonia del té. Tiene que ser graciosa y conversadora. Ríe con bromas y ocurrencias de sus clientes y nunca revela los secretos de su estilo. Ellas son capaces de crear una escena humorística o un drama trágico con un sólo movimiento de manos y de su abanico.
JOVEN DISCIPULA
La protagonista más joven de "Memorias de una geisha", va aprendiendo el misterio de las geishas y también sus celos, rencores y sueños, ante la vista del espectador. Conforme Sayuri (Ziyi Zhang) entra en este mundo oculto, se le enseña que una geisha no tiene libertad de amar o perseguir su propio destino. Su maestra es la legendaria geisha Mameha (Michelle Yeoh), que entiende los límtes de una relación íntima entre el cliente y estas refinadas prostitutas de salón y la que enseña a Sayuri a reprimir siempre sus sentimientos. A diferencia de la desafiante rival de Sayuri, la rencorosa Hatsumomo (Gong Li), Mameha sabe que una buena geisha no puede darse el lujo de caer en las redes de la pasión por ningún hombre y eso es lo que enseña a su discípula.
Sin embargo Sayuri desde su infancia encierra el profundo amor que siente por un hombre que una vez en un parque le compró un helado de agua. A él más tarde Sayuri los terminará sirviendo y se enterará que es un poderoso hombre de negocios que, posiblemente, nunca se rendirá al amor que ella siente por él.
La antropóloga y escritora Liza Dalby, que asesoró a Arthur Golden en su libro, ayudó al equipo de actrices a entrenarse en el difícil arte de las geishas. Ella fue una de las únicas mujeres occidentales, según se dice, que ha vivido y trabajado como geisha en Japón. ""Algunas de las dificultades de una geisha, que es aprender a caminar bien con un kimono puesto, es lo que pude enseñarles a las actrices"", aseguró la experta.
Vestir a una geisha con un kimono formal es una labor intensa. El actor Thomas Ikeda, que representa el papel de vestidor de geishas, el señor Bekku, trabajó con el consultor de kimonos Yuko Tokunaga y una experta modelo para aprender el doblez, la inclinación, el caminar, la forma de beber vino y otros puntos técnicos del ritual.