09-10-2011
Vettel se corona en Japón
Segundo título mundial para el alemán en la carrera que ganó Button por delante de Alonso.
Estaba escrito que no pasaba de hoy: Sebastian Vettel se coronó campeón del mundo en Japón. Lo hizo después de una carrera complicada para él en la que su intratable Red Bull no fue tan supersónico como otras veces. Ganó Button cumpliendo su parte del trato, pero el éxito fue insuficiente para retrasar el alirón de Vettel, que acabó tercero por detrás de Fernando Alonso. El germano ya tiene dos títulos de Fórmula 1 con solo 24 años y la mayor parte de los récords de precocidad de este deporte. [Así hemos contado la carrera]
La vida de Vettel se ha transformado en menos de un año. En octubre de la pasada temporada miraba a cierta distancia la disputa entre Webber y Alonso en pos del título. Un gran final de curso y aquella desdichada carrera en Abu Dabi, la estrategia equivocada de Ferrari, las lágrimas de Alonso, entronizaron al nuevo héroe de Alemania. Han pasado solo once meses y Vettel exhibe dos campeonatos en su palmarés.
Ya tiene los mismos títulos que Fernando Alonso, cuya trayectoria se asemejó bastante a la que hoy luce Vettel. El español ganó sus dos títulos con un equipo de media tabla (Renault) y a una edad muy temprana (24 y 25 años). El alemán se ha encaramado al escalafón dominante de la Fórmula 1 con un coche volador que ha sorprendido al planeta (el ingenioso Red Bull de Adrian Newey) y con la juventud de su parte. Ya es el piloto más joven de la historia en ganar una carrera, conquistar un Mundial y repetir título.
Vettel quería darse el gustazo de celebrar su entronización con una victoria en Suzuka. No lo consiguió. El circuito que teóricamente le iba como anillo al dedo a Red Bull resultó lo contrario. La degradación de los neumáticos afectó especialmente al equipo energético y Vettel no pudo consumar su obra al cien por cien.
Tampoco necesitaba más. El vigor de Vettel en la pista contrastó con la lógica táctica conservadora de su equipo, que siempre protegió al campeón.
Alonso se expresó a un gran nivel en Suzuka y sobre todo en unas últimas vueltas electrizantes. Subió al podio después de discutir la victoria a Button, que tenía un as guardado en la manga y no se dejó sorprender.
Vettel, emocionado como un niño sobre su Red Bull volador, apenas pudo articular palabra. 'Gracias a todos, chicos', dijo medio llorando con su segundo título en el bolsillo.
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Fuente: .abc.es
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Estaba escrito que no pasaba de hoy: Sebastian Vettel se coronó campeón del mundo en Japón. Lo hizo después de una carrera complicada para él en la que su intratable Red Bull no fue tan supersónico como otras veces. Ganó Button cumpliendo su parte del trato, pero el éxito fue insuficiente para retrasar el alirón de Vettel, que acabó tercero por detrás de Fernando Alonso. El germano ya tiene dos títulos de Fórmula 1 con solo 24 años y la mayor parte de los récords de precocidad de este deporte. [Así hemos contado la carrera]
La vida de Vettel se ha transformado en menos de un año. En octubre de la pasada temporada miraba a cierta distancia la disputa entre Webber y Alonso en pos del título. Un gran final de curso y aquella desdichada carrera en Abu Dabi, la estrategia equivocada de Ferrari, las lágrimas de Alonso, entronizaron al nuevo héroe de Alemania. Han pasado solo once meses y Vettel exhibe dos campeonatos en su palmarés.
Ya tiene los mismos títulos que Fernando Alonso, cuya trayectoria se asemejó bastante a la que hoy luce Vettel. El español ganó sus dos títulos con un equipo de media tabla (Renault) y a una edad muy temprana (24 y 25 años). El alemán se ha encaramado al escalafón dominante de la Fórmula 1 con un coche volador que ha sorprendido al planeta (el ingenioso Red Bull de Adrian Newey) y con la juventud de su parte. Ya es el piloto más joven de la historia en ganar una carrera, conquistar un Mundial y repetir título.
Vettel quería darse el gustazo de celebrar su entronización con una victoria en Suzuka. No lo consiguió. El circuito que teóricamente le iba como anillo al dedo a Red Bull resultó lo contrario. La degradación de los neumáticos afectó especialmente al equipo energético y Vettel no pudo consumar su obra al cien por cien.
Tampoco necesitaba más. El vigor de Vettel en la pista contrastó con la lógica táctica conservadora de su equipo, que siempre protegió al campeón.
Alonso se expresó a un gran nivel en Suzuka y sobre todo en unas últimas vueltas electrizantes. Subió al podio después de discutir la victoria a Button, que tenía un as guardado en la manga y no se dejó sorprender.
Vettel, emocionado como un niño sobre su Red Bull volador, apenas pudo articular palabra. 'Gracias a todos, chicos', dijo medio llorando con su segundo título en el bolsillo.
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Fuente: .abc.es