Observaciones:
Pedir un día soleado y alejar las lluvias, que regrese el sol y se haga una buena mañana es la razón que da origen y presencia al Teruterubozu, muñeco tradicional japonés. Una instalación de estos personajes a los que se pidió previamente dibujarles una cara, fueron colgados, como parte de una instalación del japonés Rikiya Iwakuma, en la Biblioteca Henestrosa (BH), para pedir por el futuro de Japón y del mundo.

Teruterubozu y Oaxaca es el encuentro propiciado por Iwakuma y la comunidad de dos bibliotecas de la ciudad: la BH y la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca. En Oaxaca, el japonés ofreció un taller de creación de muñecos tradicionales japoneses, montó una exposición y presentó el Kamishibaui, cuento japonés que ilustró. Esta convergencia representa un cruce de dos culturas extremas y parecidas.

"Río de la lluvia" es el título de la exhibición de Iwakuma, montada en la galería de la BH. La instalación y pintura que muestra Rikiya dan cuenta de que la presencia no es algo presente, según Violeta Celis, autora del texto de sala de la exposición.

Para ella el trabajo de Iwakuma reconfiguran la sutileza del rito, para conformar un lenguaje que sitúa a la 'presencia' del mundo natural como metáfora invisible del devenir de la vida humana. Ciclos de vida, tiempo y muerte que enlazan el pasado con el futuro de lo que seguramente ya no está como un presente.

Teru teru bozu: Icono japonés

Rikiya Iwakuma, para Celis, recrea un animismo objetual a partir de diversos mitos y prácticas ancestrales, ligadas a elementos y fenómenos naturales como los árboles y la lluvia. Las pinturas que muestra en la BH giran en torno a la rememoración individual y colectiva de la tradición mitológico-espiritual en Japón.

Para su último trabajo con niños y adultos el artista recurrió a Teru teru bozu, un icono japonés que se recuerda en cada temporada de lluvias. Las personas elaboran un 'muñeco' que simboliza al personaje un día antes de salir de casa para que haya un buen día, para que la lluvia ceda o incluso aleje presencias no deseadas.

Para el artista la visibilidad popular de esta tradición le ha permitido interactuar con individuos de culturas diferentes a la suya a través de la imagen 'agua´, buscando relaciones de semejanza y discordancia al resignificar esta práctica en otros países.

Aparte de la instalación de teru teru bozu, Rikiya presenta tres dípticos de pintura sobre acrílico, que forman parte de la colección del artista.

La instalación al centro tiene a los teru teru bozu en rojo y de ahí se desprenden más, en blanco. Simulan la bandera de Japón y debajo, en el centro, un barco de barro representa al país, cuyos habitantes tienen la inquietud aún de qué sucederá mañana. Invitan a los espectadores a pedir por ellos.