06-07-2011
Japón ha sufrido 18 grandes terremotos de magnitud 7-8 en quinientos años
Durante 500 años se han producido trece terremotos de magnitud 7 y cinco de magnitud 8 en Japón, sucesos que han hecho de la japonesa una de las sociedades mejor preparadas para enfrentarse a estos fenómenos y, sin embargo, el terremoto del 11 de Marzo superó todas las previsiones.
Todo lo ocurrido en el terremoto y posterior tsunami fue inesperado, desde la magnitud del mismo hasta el lugar donde se originó y la ola que generó, ha explicado hoy James Mori, especialista en sismos de la Universidad de Kioto, en los cursos de Verano de la Universidad Complutense de El Escorial.
Para Mori, el problema se produjo por un exceso de confianza de los investigadores, ya que creían que entendían los procesos y que podían 'extrapolar la probabilidad de un nuevo seísmo', pero ahora saben 'que 500 años de estudio no son suficientes'.
El lugar donde se originó el terremoto tampoco se consideraba como potencialmente inestable, 'era una zona suave que no debería haber cedido a la presión' y, sin embargo, el desplazamiento de entre 30 y 50 metros de la falla es el más grande de la historia, señala Mori.
El terremoto se originó por un desplazamiento inverso de la falla que, al elevarse, provocó el movimiento de la masa de agua que causó el tsunami.
Precisamente, la fuerza del mar superó todas las estimaciones y las medidas de seguridad japonesas, algo que el investigador de Kioto considera 'irónico, ya que Japón es el país más preparado ante eventuales tsunamis'.
En este caso, la ola superó los 30 metros de alto y pasó por encima de las compuertas y barreras que hay en la costa para evitar los impactos de los tsunamis.
Estas olas gigantes se mueven a unos 250 km por hora, lo que permite un margen mayor para la evacuación, a diferencia de las ondas de los terremotos que se mueven a 20.000 km por hora y sólo dejan unos pocos segundos para que la población se prepare.
Mori ha explicado a EFEverde que los japoneses están preparados para reaccionar en caso de terremoto y que los sistemas de alerta funcionaron bien, pero que, en el caso del tsunami, las poblaciones de la costa no tomaron muy en serio la alerta, lo que provocó muchas víctimas.
El de Japón ha sido el cuarto terremoto más grande de los últimos 100 años, tras Chile, Alaska y Sumatra, y ha tenido una magnitud de 9,1.
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Fuente: EFE
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Todo lo ocurrido en el terremoto y posterior tsunami fue inesperado, desde la magnitud del mismo hasta el lugar donde se originó y la ola que generó, ha explicado hoy James Mori, especialista en sismos de la Universidad de Kioto, en los cursos de Verano de la Universidad Complutense de El Escorial.
Para Mori, el problema se produjo por un exceso de confianza de los investigadores, ya que creían que entendían los procesos y que podían 'extrapolar la probabilidad de un nuevo seísmo', pero ahora saben 'que 500 años de estudio no son suficientes'.
El lugar donde se originó el terremoto tampoco se consideraba como potencialmente inestable, 'era una zona suave que no debería haber cedido a la presión' y, sin embargo, el desplazamiento de entre 30 y 50 metros de la falla es el más grande de la historia, señala Mori.
El terremoto se originó por un desplazamiento inverso de la falla que, al elevarse, provocó el movimiento de la masa de agua que causó el tsunami.
Precisamente, la fuerza del mar superó todas las estimaciones y las medidas de seguridad japonesas, algo que el investigador de Kioto considera 'irónico, ya que Japón es el país más preparado ante eventuales tsunamis'.
En este caso, la ola superó los 30 metros de alto y pasó por encima de las compuertas y barreras que hay en la costa para evitar los impactos de los tsunamis.
Estas olas gigantes se mueven a unos 250 km por hora, lo que permite un margen mayor para la evacuación, a diferencia de las ondas de los terremotos que se mueven a 20.000 km por hora y sólo dejan unos pocos segundos para que la población se prepare.
Mori ha explicado a EFEverde que los japoneses están preparados para reaccionar en caso de terremoto y que los sistemas de alerta funcionaron bien, pero que, en el caso del tsunami, las poblaciones de la costa no tomaron muy en serio la alerta, lo que provocó muchas víctimas.
El de Japón ha sido el cuarto terremoto más grande de los últimos 100 años, tras Chile, Alaska y Sumatra, y ha tenido una magnitud de 9,1.
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Fuente: EFE