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Técnica: Cine
Lugar: Círculo de Bellas Artes (Madrid)
Observaciones:
Es curioso: en Japón, su país, Takeshi Kitano es famoso, sobre todo, como humorista. Y no es poco: allí es todo un personaje, uno de esos rostros obligatorios en programas de televisión y portadas de revistas.
Pero es fuera del país asiático, en Europa y EEUU, donde más se aprecia su vena dramática. El hombre del rostro pétreo, el director capaz de llenar una pantalla de katanas y borbotones de sangre con la misma habilidad que dibuja un poético plano de dos amantes atados arrastrándose mutuamente por la nieve, es más un invento de Occidente. No es que sus películas no sean apreciadas allí, pero es su otra faceta, la cómica -y la tiene, bajo esa sonrisa paralizada- la que más fama le ha dado en su país.
En España su obra es objeto de culto para muchos y se le tiene por uno de los cineastas más personales del momento. Es, también, una personalidad curiosa: el hombre que firma Takeshi Kitano cuando dirige pero cuyo nombre como actor es "Beat" Takeshi. El Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes, en Madrid, le dedica esta semana un amplio ciclo, que arrancó ayer con tres de sus cintas más recientes: "El verano de Kikujiro!" (1999), "Zatoichi" (2003) y "Hana-Bi" (1997, subtitulada en España como "Flores de fuego"). El programa continúa hoy con "Dolls" (2002), "Brother" (2000) y, de nuevo "El verano de Kikujiro". Todas podrán verse denuevo entre el jueves y el domingo en diferentes horarios.
El mundo de Kitano es un planeta en blanco y negro lleno de policías y yakuzas (mafiosos japoneses), pero también de grises: sus héroes rara vez lo son en el sentido clásico, como sus villanos. A menudo el hampa es protagonista desde una mirada melancólica, como el yakuza violento que viaja a EEUU en "Brother" y que pronto se hace con el control de los desorganizados y mal entrenados criminales americanos. O como el policía lleno de recuerdos y amargura de la fragmentada "Hana-Bi", un ser dividido entre la enfermedad desu mujer y la violencia que le rodea. O el viejo Yakuza de una de las historias que componen el tríptico de "Dolls":: un hombre al que casi se le puede coger cariño, a pesar de saber lo que representa, un anciano que añora una vida más normal.
Pero no todo son criminales y disparos. Kitano dibja postales de desolación y tristeza, como las otras dos historias de "Dolls": el joven obsesionado con una cantante pop, capaz de llegar a la automutilación ante la imposibilidad de estar con su ídolo; o la pareja de amantes perdidos que se arrastran mutuamente atados por un trozo de tela, con una tremenda historia detrás.
Quizá el Kitano cómico -solo en parte- menos conocido en España, se perfile en "Zatoichi", inclasificable cinta que mezcla géneros como el cine de samuráis, el musical y la comedia. Nunca se ha visto un ciego tan ´habil con la espada como en esta aplaudida cinta que paseó este realizador por diversos festivales hace dos años. Sin duda, un ciclo interesante, aunque se eche de menos su primera obra, quizá la más difícil de encontrar en España: "Violent Cop" (1989), "Boiling Point" (1990), "A scene at the sea" (1991, en la que Kitano no actúa), "Sonatine" (1993), su comedia "Getting any?" (1995) y "Kids return" (1996). También productos apadrinados por él como la violenta "Battle Royal! y su secuela.
En cualquier caso, se trata de una buena oportunidad para conocer a un cineasta que ha creado escuela.