10-06-2011
El peor escenario
La reducción de producción de vehículos a la mitad de lo normal configura un contexto complejo que incumbe a la economía de Japón.
En marzo pasado, los grandes fabricantes de autos nipones vieron recortada su producción doméstica a más de la mitad, como consecuencia del terremoto y del tsunami que ocurrieron en la costa noreste de Japón.
Los tres principales fabricantes de la isla –Toyota, Nissan y Honda– reanudaron en abril último sus operaciones domésticas tras los cierres provocados por el fenómeno, aunque su producción sigue en torno al 50 por ciento de su volumen normal.
El desastre natural destruyó parte de la infraestructura de instalaciones del sector noreste del país como, por ejemplo, el Centro de Investigación y Desarrollo de Honda R&D y Honda Engineering, en la Prefectura de
Tochigi.
Apuntes: la industria automotriz nipona postsunami
Efecto dominó. Un vehículo de origen mayoritariamente japonés cuenta con más de 20 mil componentes en su fabricación. Con esta eventualidad generada por la naturaleza, la producción de las plantas automovilísticas en América y Europa, las cuales reciben sus piezas de Japón, también fue afectada. Por ejemplo, el 94 por ciento de las importaciones de México que provienen de la isla oriental son autos o piezas de coches para ser utilizadas en el país. En tanto, la planta Burnaston de Toyota, que fabrica los modelos Avensis y Auris cerca de Derby (Reino Unido), debió reducir drásticamente sus turnos por falta de autopartes.
Líder en apuros. Las perspectivas para el gigante Toyota en 2011 se presentan con dudas ante los problemas originados por el desastre natural que supone la mayor crisis de Japón, después de la Segunda Guerra Mundial. A eso se suma que ha experimentado reclamos por problemas de calidad en mercados como Japón y Norteamérica (autos híbridos) donde tuvo que revisar o 'llamar' a miles de unidades.
Corea a la orden. La crisis actual que golpea a los fabricantes japoneses permitió, sin querer, abrir aún más el juego con las terminales de Corea del Sur como Hyundai, que se ubica número cinco en el mundo.
La posibilidad de ganar participación en mercados como el norteamericano, principalmente, resulta un aliciente para la industria coreana, que ya venía haciendo grandes apuestas en términos de innovación en sus productos, además de mejoras sustanciales en la calidad de sus unidades y en la atención posventa.
¿Final incierto? Los CEOs de las automotrices niponas presagiaban que la crisis llegaría a su fin antes de cerrar el año. Sin embargo, consultoras privadas como Mizuno Credit Advisory -con base en Tokio- o IHS Automotive -con sede en Colorado (Estados Unidos)- dudan de esta teoría. Al parecer, las plantas no recuperarían su actividad normal hasta comienzos de 2012, según estos pronósticos más negativos, debido a que la cadena de suministros se ha 'desarmado'.
El principal proveedor de componentes electrónicos de Japón, vitales para los autos, también se vio afectado en sus instalaciones. Según anunciaron las propias firmas japonesas, en abril pasado, se vería reducida la producción de autos cerca de un 50 por ciento en las fábricas de Japón, Reino Unido y Norteamérica. De acuerdo con un comunicado emitido el pasado 8 de abril, el presidente y CEO de Honda, Takanobu Ito, confía en 'revertir la situación de crisis y colaborar en la recuperación de la economía japonesa'.
'Just in time' . La clave de la paralización de la industria del automóvil tras el tsunami consiste en que los fabricantes japoneses no acumulan grandes stocks de componentes en sus almacenes por su proceso de producción just in time ('justo a tiempo'), ya que cuando una parte de la cadena de producción se ve afectada, se resiente el resto. En condiciones normales, el 'cero stock' es muy eficiente; en esta situación, puede resultar muy grave.
¿Y 2011? En 2009, Toyota destronó a General Motors como líder mundial automotriz por tres millones de unidades. ¿Podrá mantener ahora ese liderazgo ante este imprevisto?
Tres para triunfar. El verdadero impulso económico japonés en el sector lo protagonizan Toyota, Honda y Nissan. Cuando estos tres gigantes estén otra vez de pie, habrá pasado lo peor para la economía de Japón en ese rubro.
162.309 unidades fueron fabricadas por el Grupo Toyota en marzo de 2011. Esa cifra representa 61 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior.
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Fuente: lavoz.com.ar
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En marzo pasado, los grandes fabricantes de autos nipones vieron recortada su producción doméstica a más de la mitad, como consecuencia del terremoto y del tsunami que ocurrieron en la costa noreste de Japón.
Los tres principales fabricantes de la isla –Toyota, Nissan y Honda– reanudaron en abril último sus operaciones domésticas tras los cierres provocados por el fenómeno, aunque su producción sigue en torno al 50 por ciento de su volumen normal.
El desastre natural destruyó parte de la infraestructura de instalaciones del sector noreste del país como, por ejemplo, el Centro de Investigación y Desarrollo de Honda R&D y Honda Engineering, en la Prefectura de
Tochigi.
Apuntes: la industria automotriz nipona postsunami
Efecto dominó. Un vehículo de origen mayoritariamente japonés cuenta con más de 20 mil componentes en su fabricación. Con esta eventualidad generada por la naturaleza, la producción de las plantas automovilísticas en América y Europa, las cuales reciben sus piezas de Japón, también fue afectada. Por ejemplo, el 94 por ciento de las importaciones de México que provienen de la isla oriental son autos o piezas de coches para ser utilizadas en el país. En tanto, la planta Burnaston de Toyota, que fabrica los modelos Avensis y Auris cerca de Derby (Reino Unido), debió reducir drásticamente sus turnos por falta de autopartes.
Líder en apuros. Las perspectivas para el gigante Toyota en 2011 se presentan con dudas ante los problemas originados por el desastre natural que supone la mayor crisis de Japón, después de la Segunda Guerra Mundial. A eso se suma que ha experimentado reclamos por problemas de calidad en mercados como Japón y Norteamérica (autos híbridos) donde tuvo que revisar o 'llamar' a miles de unidades.
Corea a la orden. La crisis actual que golpea a los fabricantes japoneses permitió, sin querer, abrir aún más el juego con las terminales de Corea del Sur como Hyundai, que se ubica número cinco en el mundo.
La posibilidad de ganar participación en mercados como el norteamericano, principalmente, resulta un aliciente para la industria coreana, que ya venía haciendo grandes apuestas en términos de innovación en sus productos, además de mejoras sustanciales en la calidad de sus unidades y en la atención posventa.
¿Final incierto? Los CEOs de las automotrices niponas presagiaban que la crisis llegaría a su fin antes de cerrar el año. Sin embargo, consultoras privadas como Mizuno Credit Advisory -con base en Tokio- o IHS Automotive -con sede en Colorado (Estados Unidos)- dudan de esta teoría. Al parecer, las plantas no recuperarían su actividad normal hasta comienzos de 2012, según estos pronósticos más negativos, debido a que la cadena de suministros se ha 'desarmado'.
El principal proveedor de componentes electrónicos de Japón, vitales para los autos, también se vio afectado en sus instalaciones. Según anunciaron las propias firmas japonesas, en abril pasado, se vería reducida la producción de autos cerca de un 50 por ciento en las fábricas de Japón, Reino Unido y Norteamérica. De acuerdo con un comunicado emitido el pasado 8 de abril, el presidente y CEO de Honda, Takanobu Ito, confía en 'revertir la situación de crisis y colaborar en la recuperación de la economía japonesa'.
'Just in time' . La clave de la paralización de la industria del automóvil tras el tsunami consiste en que los fabricantes japoneses no acumulan grandes stocks de componentes en sus almacenes por su proceso de producción just in time ('justo a tiempo'), ya que cuando una parte de la cadena de producción se ve afectada, se resiente el resto. En condiciones normales, el 'cero stock' es muy eficiente; en esta situación, puede resultar muy grave.
¿Y 2011? En 2009, Toyota destronó a General Motors como líder mundial automotriz por tres millones de unidades. ¿Podrá mantener ahora ese liderazgo ante este imprevisto?
Tres para triunfar. El verdadero impulso económico japonés en el sector lo protagonizan Toyota, Honda y Nissan. Cuando estos tres gigantes estén otra vez de pie, habrá pasado lo peor para la economía de Japón en ese rubro.
162.309 unidades fueron fabricadas por el Grupo Toyota en marzo de 2011. Esa cifra representa 61 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior.
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Fuente: lavoz.com.ar
