23-02-2006
Lucha en alta definición
Los escenarios crecen exponencialmente en el primer título de lucha de la nueva generación de Xbox.
Las voluptuosas luchadoras creadas por el Team Ninja saltan al tatami de Xbox 360 a ritmo de Aerosmith con la intención de demostrar que la adquisición de la nueva máquina de Microsoft merece la pena.
La primera, y engañosa, impresión tras el primer combate deja algo frío al espectador, con una sensación de déjà-vu no muy agradable. Los personajes se parecen mucho a los de la entrega anterior para Xbox y su diseño, que los acerca más al cómic que a luchadoras reales, les sigue dando un aspecto sencillo. Pero basta media hora de juego para descubrir decenas de detalles gráficos pertenecientes al entorno y a los esecnarios que acaban provocando admiración.
El decorado forma parte de las peleas, que, a medida que progresan, se trasladan de un sitio a otro y descubren nuevas zonas a base de empujones y patadas. En el valle de la cascada, por ejemplo, las contrincantes caen por las escaleras, rompen barandillas, descienden por los saltos de agua... y surge la sorpresa por lo grande que es el escenario.
La profundidad del entorno, como en el caso de los ludópatas de la recreación de Las Vegas que tiran su dinero sin inmutarse por la tangana de las luchadoras, pone de manifiesto lapotencia de la consola, ya que todo este despliegue contextual no afecta a la fluidez de las peleas.
La cuarta entrega aporta a los combates una necesaria dosis de equilibrio. A los conocidos combos, combinaciones de botones que desembocan en un movimiento especial más poderoso, se añadieron recientemente los contra-combos, cuatro movimientos que no sólo anulaban el efecto del combo, sino que aprovechaban la energía empleada por el enemigo para asestarle un golpe muy dañino. Ahora estos rechaces son igualmente válidos, pero no restan tanta vida.
Itagaki, padre de la saga, también ha apostado por depurar las técnicas de lucha. En los primeros títulos de este género en dos dimensiones, a veces se daba el caso de que un novato podía dar una paliza a un experimentado jugador simplemente aporreando todos los botones.
Dead or alive 4 no deja lugar para esta técnica tan rastrera, ya que alguien que haya aprendido unos cuantos combos y las técnicas básicas de defensa acabará con sus espasmódicos contrincantes en segundos.
El modo historia es el principal, pero le arropan la pelea contra el cronómetro, el modo supervivencia, el modo versus, en solitario o por equipos (este último permite los combos dobles realizados a medias entre dos luchadores), y un excelente modo en red a través de Live!
Veintitres luchadores participan en un argumento que enfrenta a dos bandas, los Ninja contra la corporación Doatec. Los primeros quieren acabar con las fechorías de los segundos, que en esta ocasión han robado el ADN del ganador del anterior torneo, Kasumi, para crear el clon Alpha-152, el enemigo final en esta entrega.
Prepararse para los combates requiere entrenamiento y observación. El disco posee varias herramientas para obtener esta formación y entrenarse. Por un lado está el modo sparring, en el que se puede luchar contra un pelele programable para que haga el movimiento que se desea. A la vez, permite consultar y practicar una y otra vez las decenas de combos de cada personaje, viendo en pantalla los botones pulsados.
Con el modo watch se accee a torneos entre dos luchadoras controladas por la máquina. PUeden observarse desde cualquier ángulo y permite captar instantáneas y guardarlas en el disco duro. Completa el buen trabajo la posibilidad de jugar a través de Internet. En resumen, se trata de un título básico en el todavía escaso catálogo de Xbox 360.
www.deadoralive.jp
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Fuente: El País
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Las voluptuosas luchadoras creadas por el Team Ninja saltan al tatami de Xbox 360 a ritmo de Aerosmith con la intención de demostrar que la adquisición de la nueva máquina de Microsoft merece la pena.
La primera, y engañosa, impresión tras el primer combate deja algo frío al espectador, con una sensación de déjà-vu no muy agradable. Los personajes se parecen mucho a los de la entrega anterior para Xbox y su diseño, que los acerca más al cómic que a luchadoras reales, les sigue dando un aspecto sencillo. Pero basta media hora de juego para descubrir decenas de detalles gráficos pertenecientes al entorno y a los esecnarios que acaban provocando admiración.
El decorado forma parte de las peleas, que, a medida que progresan, se trasladan de un sitio a otro y descubren nuevas zonas a base de empujones y patadas. En el valle de la cascada, por ejemplo, las contrincantes caen por las escaleras, rompen barandillas, descienden por los saltos de agua... y surge la sorpresa por lo grande que es el escenario.
La profundidad del entorno, como en el caso de los ludópatas de la recreación de Las Vegas que tiran su dinero sin inmutarse por la tangana de las luchadoras, pone de manifiesto lapotencia de la consola, ya que todo este despliegue contextual no afecta a la fluidez de las peleas.
La cuarta entrega aporta a los combates una necesaria dosis de equilibrio. A los conocidos combos, combinaciones de botones que desembocan en un movimiento especial más poderoso, se añadieron recientemente los contra-combos, cuatro movimientos que no sólo anulaban el efecto del combo, sino que aprovechaban la energía empleada por el enemigo para asestarle un golpe muy dañino. Ahora estos rechaces son igualmente válidos, pero no restan tanta vida.
Itagaki, padre de la saga, también ha apostado por depurar las técnicas de lucha. En los primeros títulos de este género en dos dimensiones, a veces se daba el caso de que un novato podía dar una paliza a un experimentado jugador simplemente aporreando todos los botones.
Dead or alive 4 no deja lugar para esta técnica tan rastrera, ya que alguien que haya aprendido unos cuantos combos y las técnicas básicas de defensa acabará con sus espasmódicos contrincantes en segundos.
El modo historia es el principal, pero le arropan la pelea contra el cronómetro, el modo supervivencia, el modo versus, en solitario o por equipos (este último permite los combos dobles realizados a medias entre dos luchadores), y un excelente modo en red a través de Live!
Veintitres luchadores participan en un argumento que enfrenta a dos bandas, los Ninja contra la corporación Doatec. Los primeros quieren acabar con las fechorías de los segundos, que en esta ocasión han robado el ADN del ganador del anterior torneo, Kasumi, para crear el clon Alpha-152, el enemigo final en esta entrega.
Prepararse para los combates requiere entrenamiento y observación. El disco posee varias herramientas para obtener esta formación y entrenarse. Por un lado está el modo sparring, en el que se puede luchar contra un pelele programable para que haga el movimiento que se desea. A la vez, permite consultar y practicar una y otra vez las decenas de combos de cada personaje, viendo en pantalla los botones pulsados.
Con el modo watch se accee a torneos entre dos luchadoras controladas por la máquina. PUeden observarse desde cualquier ángulo y permite captar instantáneas y guardarlas en el disco duro. Completa el buen trabajo la posibilidad de jugar a través de Internet. En resumen, se trata de un título básico en el todavía escaso catálogo de Xbox 360.
www.deadoralive.jp
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Fuente: El País
